Se trata de la última revelación que se conoce, desde que comenzara la crísis política en Cataluña, a tenor de la intervención del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en el pleno monográfico del Parlamento catalán, en la que dejó caer una acusación contra CIU sobre el supuesto cobro de comisiones en la adjudicación de obras.

Las irregularidades en la empresa pública Adigsa, especializada en la rehabilitación de viviendas, fueron denunciadas, por primera vez, por el constructor catalán José Antonio Salguero.

Según "El País", la auditoría sobre la compañía revela que las adjudicaciones sin contrato o licitación de obras eran "una práctica habitual y generalizada" durante la etapa de CIU.

Asímismo, el informe de los auditores señalan que junto al caso del empresario José Antonio Salguero, han aparecido otros "de cuantía muy superior", que serán detallados por el Ejecutivo catalán cuando aparezca el informe definitivo.

Las empresas con mayor volumen de obras durante la gestión de CIU en Adigsa fueron Construcciones Aplicaciones y Refuerzos S.A (CARSA) y Teyco S.L., según recoge el citado diario.

Teyco S.L, ubicada en El Prat de Llobregat, en el cinturón metropolitano de Barcelona, es propiedad de la familia Sumarroca. Carles Sumarroca es uno de los fundadores de CIU y amigo personal del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.