En un comunicado, Adena considera "muy graves" las consecuencias del vertido de fuel oil y asegura que el Gobierno central se ha precipitado al decir que las labores de rehabilitación de la zona manchada están avanzadas, "cuando no se conocen las dimensiones del impacto del vertido".

La organización recuerda que la zona del vertido es un área de alimentación de numerosas garzas que nidifican junto a Toledo, en las que el efecto contaminante del fuel se dejará sentir a medio o largo plazo transmitiéndose por toda la cadena alimenticia.

Para Adena, es inadmisible que cuando han transcurrido casi 15 días desde el escape no se tenga una cifra oficial del número de litros vertidos ni una explicación de las razones de la tardanza de 12 horas en dar la alarma de la fuga de combustible. La organización sostiene que el plan integral de restauración del Tajo es necesario no sólo por el vertido, sino para poner coto a las graveras y extracciones de áridos que se hacen en este río, así como a las ocupaciones ilegales de sus orillas.