La empresa asturiana, que contaba con 1.200 empleados y unas ventas de unos 10.000 millones anuales, tendrá que poner todos sus activos a disposición de los acreedores y también los de sus filiales Río Kumer y EOPSA, según el auto publicado en el BOE.

El convenio, presentado por la entidad Construcciones Migarlo SL, ha sido firmado por más de tres quintos de los acreedores, que representan el pasivo mencionado. Entre estos se encuentran Cajamadrid, el Banco Bilbao Vizcaya y la Compañía Espaola de Seguros y Reaseguros de Crédito y Caución.

El auto determina también la creación de una comisión formada por nueve miembros de los acreedores para distribuir los activos de Constructora Asturiana o proceder a la realización de los mismos y la distribución del monto que produzca su venta.

Esta comisión tomará sus decisiones por mayoría de al menos cinco miembros. Las sociedades deudoras se verán obligadas a entregar sus activos a la comisión libres de cargas reales.