Para el presidente de esta institución, Antonio Negre, uno de los factores que ayudaría a esta "tímida" recuperación podría ser la confianza que ha dado a los empresarios el apoyo de CiU a los Presupuestos Generales del Estado para 1994.

Las cifras de la ámara de Comercio de Barcelona revelan que en los meses de julio y agosto la economía catalana cayó un 2,7 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, que coincidió con la celebración de los Juegos Olímpicos.

En opinión de la institución empresarial, el descenso significativo del consumo y el retroceso de la inversión son los dos argumentos que explican el fuerte descenso de la economía catalana.

Sin embargo, el informe indica que la devaluación de la peseta benefició las ventas de prouctos catalanes y provocó el aumento del turismo extranjero, que de nuevo encontró competitivos los precios de los hoteles.

Negre expresó su confiaza en una ligera mejoría de la situación económica antes de que termine el año, aunque señaló que algunas de las medidas recogidas en los Presupuestos Generales no son las más idóneas, ya que son "tímidas" y "limitadas", y en algunos casos podrían provocar algunos efectos no deseados, como la asignación de recursos o costes de funcionamiento empresarial.

Entre las medidas económicas recomendadas por la Cámara de Comercio de Barcelona, que coinciden con las de la patronal española, se encuentra la urgente reforma del mercado de trabajo y del sector servicios. Asimismo, defendió la bajada de los tipos de interés para facilitar la flexibilización de la actividad económica.