Un equipo de Acnur se trasladó el pasado fin de semana al poblado de Lasu, situado en sur de Sudán, a unos 50 kilómetros de la frontera con el Congo, tras ser informados por las autoridades locales de nuevas llegadas de desplazados, según informó hoy este organismo de la ONU.

Este equipo registró a 680 personas, la mayoría procedentes del poblado de Aba, en el Congo, las cuales confirmaron que huían de sus hogares debido a los ataques llevados a cabo por el Ejército de Resistencia del Señor la pasada semana.

Se calcula que más de 2.000 refugiados han llegado a Lasu, aunque Acnur continúa verificando las cifras oficiales. La mayoría de ellos vive a la intemperie y bajo los árboles, pero confían en la generosidad de la población local.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) envió hoy raciones de comida para un mes desde Juba, mientras que Acnur está revisando su asistencia de emergencia a los refugiados.

Por otra parte, otro equipo de Acnur estuvo el pasado fin de semana en Ezo, al oeste y hacia la frontera con la República Centroafricana y la República Democrática del Congo, donde unos 2.000 refugiados congoleños llegaron hace unas semanas tras los ataques del ejército rebelde al noroeste de Dungu.

La falta de comida constituye un serio problema en la región de Ezo, que anteriormente recibía la mayoría de sus suministros de la República Democrática del Congo. El PMA tenía previsto enviar hoy comida desde Juba hasta Ezo.

Los niños muestran signos de malnutrición y la falta de agua potable, de medicinas y atención médica también está afectando a los refugiados.