Alimentación
El aceite de oliva virgen extra mejora la salud en personas con obesidad y prediabetes
-El ensayo nutricional se llevó a cabo sobre 91 pacientes entre 40 y 65 años
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Un estudio en el que participó el Instituto de la Grasa (IG), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto al Hospital Regional Universitario de Málaga y la Universidad de Málaga, demostró que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) rico en los biofenoles oleocantal y oleaceína puede mejorar la salud de personas con obesidad y en primeras fases de diabetes.
El estudio, denominado ‘APRIL’, se publicó en la revista oficial ‘Clinical Nutrition’, de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo.
Los resultados del estudio ‘APRIL’ mostraron que tan solo un mes de consumo de aceite rico en oleocantal y oleaceína, sin necesidad de modificar las cantidades de aceite ingerido ni introducir otros cambios en la dieta ni ejercicio físico, fue suficiente para inducir mejoras metabólicas, como pérdida de peso, disminución del índice de masa corporal y de la glucemia basal.
Ninguno de estos beneficios se observó tras el consumo de aceite de oliva (mezcla de aceite de oliva refinado y una pequeña proporción de aceite de oliva virgen). Además, el consumo de aceite rico en oleocantal y oleaceína incrementó en sangre las defensas antioxidantes y disminuyó parámetros asociados a estrés oxidativo e inflamación.
Una de las investigadoras del CSIC en el IG participantes en el estudio, Aránzazu García Borrego, indicó que “en este estudio se han determinado los efectos beneficiosos sobre la salud de 91 personas de un AOVE rico en estos fenoles frente a los de un aceite de oliva, que cuenta con siete veces menos cantidad de estos compuestos. Tras 30 días de ingesta, mejoró significativamente su estado oxidativo e inflamatorio, lo que indica que este tipo de aceite induce un perfil más saludable".
El estrés oxidativo y la inflamación son procesos celulares y moleculares que desde hace un tiempo están siendo asociados a las alteraciones metabólicas que se producen durante la obesidad. Inducen resistencia a insulina en órganos clave como el hígado, el músculo y el tejido adiposo, y daño en las células beta del páncreas, responsables de producir la insulina, lo que favorece el desarrollo de diabetes, síndrome metabólico, hígado graso y enfermedades cardiovasculares.
(SERVIMEDIA)
31 Jul 2023
GIA/mmr