Así lo constató un equipo de profesionales enviado por Acción contra el Hambre a Gaza y Cisjordania para realizar labores humanitarias y que relató sus esfuerzos para “hacer frente a la grave inseguridad alimentaria que afecta a la población, la cual ha empeorado durante los últimos ocho meses”.

Cristina Izquierdo, coordinadora de nutrición del equipo de emergencias de la ONG, apuntó que “antes del conflicto la tasa de desnutrición infantil en Gaza era solo del 0,8% mientras que hoy en día, en algunas zonas de la Franja, esta tasa ya supera el 30% entre niños y niñas menores de 2 años".

Añadió que "la situación es tan grave que nos ha obligado a distribuir alimentos y suplementos nutricionales a las poblaciones más vulnerables: niños y niñas, mujeres embarazadas y lactantes".

Se estima que 1,2 millones de personas necesitan una intervención nutricional de urgencia en Gaza, "de los cuales casi 400.000 son niños y niñas”, apuntó Izquierdo. "Esto, junto a la falta de acceso continuada a alimentos suficientes y adecuados, está llevando a la población de Gaza al borde de la hambruna. Una situación crítica que sería evitable con un alto el fuego inmediato y permanente".

Para Rafael de Prado, responsable de incidencia y experto en la relación entre hambre y conflicto de Acción contra el Hambre, "el estrangulamiento del mercado está produciendo una inflación significativa y en productos como la harina estamos casi en el 1000% de inflación".

"Los ganaderos se han visto obligados a vender su ganado para poder sobrevivir y el acceso a la costa para actividades de pesca está restringido; además, no solamente se trata de disponibilidad y acceso a los alimentos, sino también de poder procesarlos para alimentarte: necesitas gas, energía o utensilios”, agregó.

Acción contra el Hambre, que lleva trabajando en Gaza desde 2005 y ha podido ayudar "a casi 900.000 personas" desde el comienzo de la guerra mediante reparto de agua potable, recogida de residuos o la entrega de fruta y verdura en hospitales y a las comunidades, recolecta de residuos en centros comunitarios, construcción de letrinas, como relató Fenia Diamanti, coordinadora de proyectos de emergencias de Acción contra el Hambre.

“Tenemos que cruzar a Gaza con todos los artículos y productos que vamos a consumir durante las semanas que vamos a estar trabajando allí porque en Gaza no hay nada. También llevamos cosas que nos pedían nuestros colegas: cargadores, teléfono móvil, ropa para los menores, zapatos, medicamentos o analgésicos", concluyó.