A su juicio, la població se ha relajado ante las consecuencias que puede acarrear un accidente de tráfico, pese a que "las campañas de Tráfico tuvieron en su día efectos favorables".

Ciñéndose a las estadísticas de la DGT, el responsable jurídico de CEA achacó la mayor parte de los accidentes mortales que se producen al exceso de velocidad y a los despistes de los conductores.

De acuerdo con sus declaraciones, la mejora en la red viaria española permite velocidades por encima de los niveles "legales" y "eso puede ser unfactor para que la gente se confíe".

La posición de CEA es que podría elevarse la velocidad máxima hasta 130 kilómetros por hora en las autopistas, pero que habría que estudiar la posible reducción del tope actual, de 120, en algunas carreteras.

Los representantes de los automovilistas creen que, en general, los conductores confían demasiado en los mecanismos de seguridad pasiva de los vehículos, y "lo único que hacen esos elementos es contribuir a aminorar las consecuencias del accidente, pero n alejan el accidente en si, porque el conductor es el elemento esencial en un siniestro".

A su juicio, la publicidad de las marcas de coches "hacen tal alarde de sus elementos de seguridad que la gente se confía demasiado. Por mucho airbag, por muchas barras antivuelco, por muchas estructuras que absorban el vuelco, a ciertas velocidades no hay forma de parar un accidente", indicó.

Por lo que se refiere a uno de los motivos que apunta Tráfico para explicar el elevado número de accidentes ocurrido en lo que va de año, el mayor movimiento de vehículos por la mejora de la economía, CEA cree que más que la bonanza económica lo que influye es el cambio en los hábitos, a la hora de salir de vacaciones.

Según Dobrynine, ahora hay más movimiento de vehículos porque lo que se lleva en verano es el "semaneo". "La gente se desplaza más veces, a más sitios, y no supera los cuatro o cinco días en cada lugar de vacaciones, por regla general", concluyó.