La mayor parte de esta cantidad, un total de 168.413 millones de pesetas se destinaron al pago de pensiones de larga duración a las personas, o sus familiares, que han sufrido lesiones permanentes en los accidentes de trabajo. Esta cifra se refire al período enero-noviembre de 1994, últimos datos disponibles.

Los 63.392 millones de pesetas restantes correspondieron a prestaciones por incapacidad temporal y otras prestaciones económicas a que tienen derecho quienes han sufrido un siniestro laboral y están en vías de recuperación. Esta cantidad incluye las prestaciones abonadas en todo el ejercicio 1994.

Pero, el gasto real total que los accidentes de trabajo supusieron para la Seguridad Social en 1994 es superior a los 232.000 millones d pesetas, ya que en esta cifra no están incluidos los costes de la asistencia sanitaria, servicios sociales para personas en recuperación y gastos de tesorería e informática.

El gasto programado en 1994 para estos conceptos era de 76.420 millones de pesetas para asistencia sanitaria, 7.890 millones para servicios sociales y 46.848 millones para tesorería e informática, que, si se añaden al coste de las pensiones y prestaciones económicas, suman cerca de 380.000 millones de pesetas.

INVALIDEZ Y ORFANAD

Dentro de las pensiones, las de invalidez acapararon la mayor parte del gasto, con un total de 112.341 millones de pesetas entre enero y noviembre de 1994, seguidas de las de viudedad, a las que se destinaron 46.832 millones de pesetas en el mismo período.

Las pensiones de orfandad sumaron un total de 7.443 millones de pesetas, mientras que las recibidas por los familiares de los trabajadores afectados por accidentes laborales se situaron en 1.797 millones de pesetas.

Según los datos de l Seguridad Social, el pasado mes de noviembre recibieron pensiones por accidentes de trábajo un total de 221.527 beneficiarios, frente a los 220.436 de diciembre de 1993. La pensión media fue de 65.568 pesetas en noviembre, 4.147 pesetas más que en diciembre de 1993.

La pensión media más elevada fue la de invalidez, que se situó en 76.380 pesetas para 127.556 beneficiarios en noviembre, seguida de la de en favor de familiares (57.447 pesetas), viudedad (51.803) y orfandad (44.469 pesetas).

Por loque se refiere a las prestaciones económicas derivadas de los accidentes laborales, la mayor parte de los 63.392 millones abonados el año pasado se destinaron a incapacidad laboral (53.098 millones de pesetas) y otras prestaciones (10.294 millones).

El gasto de la Seguridad Social en pensiones, incapacidad temporal y otras prestaciones derivadas de los accidentes de trabajo en 1994 ha sido inferior al del año anterior, cuando se situó en alrededor de 285.000 millones de pesetas.

Ello se debió, enparte, a la disminución de los accidentes laborales ocurridos. Así, en 1994 se registraron un total de 571.826 siniestros que dieron lugar a baja para el trabajador, 480 menos que el año anterior. En ellos murieron 1.356 personas, 176 menos que en 1994.

CIFRA "DESORBITADA"

Para Tomás López, responsable de Salud Laboral de la Fundación Largo Caballero, vinculada a UGT, la cifra de accidentes laborales y el gasto que ocasionan a la Seguridad Social "sigue siendo desorbitada", sobre todo si se tiene encuenta que se estima que hay un ocultamiento de un 25% de los accidentes mortales, porque sólo computa el trabajador que muere en el momento de producirse el siniestro o en las 24 horas siguientes.

La situación es más grave, según indicó López a esta agencia, en el caso de las enfermedades laborales. A su juicio, es "irrisorio" que en 1994 no muriera ni un sólo trabajador por enfermedad profesional, "cuando se está reconociendo que el 20% de todos los cánceres que se producen en España tienen un orige directamente laboral".

López insistió en la necesidad de que se apruebe urgentemente la nueva ley de salud laboral, que está en el trámite parlamentario, y dijo que es un contrasentido que el país bajo cuya presidencia se aprobó la directiva marco en materia de salud laboral, que fue España, sea el que ha incumplido su obligación.