Respecto a las pensiones derivadas de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, la central asegura que en 1991 originarán un gasto para la Seguridad Social de 138.023 millones de pesetas, es decir, un 12,73 por ciento más que en 1990.

En la actualidad son 214.656 las pensiones registradas por estas causas. De ellas, 120.675 son de invalidez, 75.44 de viudedad y 15.147 de orfandad.

Según el sindicato, 6 millones y medio de trabajadores sufrieron accidentes en España durante la década de los 80 en el transcurso de su jornada laboral, de los que 115.561 tuvieron lesiones graves y casi 12.000 perdieron la vida.

Para UGT, el aumento persistente de los accidentes laborales durante la pasada década es un reflejo del creciente deterioro de las condiciones de trabajo y de la pasividad del Gobierno ante este problema.

En su opinión, un facto determinante en el incremento de la siniestralidad lo constituyen los accidentes registrados entre los trabajadores con contrato temporal, que triplican a los que cuentan con una relación laboral indefinida y suponen el 32,2 por ciento de los siniestros en la actualidad.