Esta onda de presión podría haber jugado un papel en el accidente del tren de alta velocidad alemán ICE que tuvo lugar ayer en Baja Sajonia. Un puente se desplomó por causas descnocidas cuando el segundo vagón del tren pasaba por debajo a 200 kilómetros por hora. Los vagones restantes chocaron entre sí en un efecto acordeón y sólo se salvó el de cola.

La hipótesis es que la onda de presión producida al pasar la locomotora delantera por debajo del puente a 200 km/h fuera capaz de remover sus pilares y produjera, directa o indirectamente (en combinación con otros factores, como un deficiente mantenimiento del paso elevado, grietas, pilares apoyados en un suelo blando), su derrubamiento.

En cualquier caso, la onda de presión es un hecho indiscutible, señaló Ferrero, y "habría que investigarlo". "En el AVE, inicialmente, yo recuerdo que en las pruebas que se hicieron, al pasar por los túneles a la gente se le taponaban los oídos e incluso se notaba que había situación de dolor profundo de oídos, precisamente porque se producía esa onda de presión", indicó el experto.

El secretario del Colegio de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid, el único colegio de esta carrera que hay n España, añadió que ese problema de los pasajeros del AVE fue posteriormente solucionado.

Ferrero manifestó que "la realidad es que se produce la onda de presión: un vehículo movido a esa velocidad, pasando por un conducto estrecho, produce una onda de presión, está claro; ahora, ¿que es lo suficiente como para haber derrumbado ese puente? No lo sé", concluyó.