En una entrevista que publica hoy el diario "El país", Corsini sale al paso de las críticas que estos días se están vertiendo sobre Renfe por sus sistemas de seguridad. El presidente de la ferroviaria dio que "en todos (los sistemas) hay dependencia del factor humano. Cualquier sistema de seguridad lo que ayuda es a paliar el error humano, no a evitarlo. Al final siempre hay una persona".

El presidente de Renfe defendió el bloqueo telefónico como sistema de control de seguridad, aunque reconoció que la línea Chinchilla-Murcia-Cartagena carece de tren-tierra, un sistema de comunicaciones entre el tren y un centro de control de tráfico, y que tiene el 60,1% de las líneas. Igualmente aseguró que dentro el paquete de inversiones de Renfe se encuentra el dotar a este trayecto de un sistema de bloqueo automático.

"Con las invesiones que estamos haciendo, el número de accidentes ha disminuido. Pero si, desgraciadamente, como en esta ocasión, se produce un accidente con tantas víctimas, la percepción de la seguridad es muy baja, aunque la seguridad real es, de verdad, mucho mayor", sentenció.

Corsini no quisó entrar a valorar si el jefe de la estación de Chinchilla intentó detener el Talgo mediante eñales de banderín, después de que no diese la señal de marcha al tren como afirma CCOO, porque "uno de los testigos (el maquinista) está muerto. No dudamos del otro, pero el semáforo estaba en verde y sólo se puede activar de manera manual".

El presidente de Renfe negó tener malas relaciones con el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, y afirmó que no ha pensado en dimitir. "Yo nunca he eludido los problemas. Hay que marcharse cuando las cosas estén resueltas. No salir huyendo, sino dar la cra hasta el final", dijo Corsini.