Así lo afirmó hoy el presidente de Renfe, Miguel Corsini, en una rueda de prensa celebrada esta tarde en Albacete, donde reconoció que "no se puede descartar la posibilidad de que aparezca algún otro fallecido" en las próximas horas, ya que las labores de desescombro y búsqueda continúan.

El máximo responsable de la red estatal de ferrocarriles compareció ante los medios junto con el director gerente de Circulación, Antonio Lanchares, y el director de opeaciones de Renfe, Antonio Domínguez, para expresar su "más profundo pésame" a las familias de los 14 viajeros y 5 profesionales fallecidos en el accidente.

Además, agradeció a los técnicos de Renfe, al presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, y al ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, "su apoyo y esfuerzo personal" demostrado en las horas posteriores a la tragedia.

FALLO HUMANO

Asimismo, indicó que los primeros datos objetivos de la investigación técnica que Renfe ha inciado para esclarecer las causas del accidente apuntan a que el choque de los trenes se produjo por un "fallo humano", ya que los técnicos de Renfe comprobaron el funcionamiento del sistema de frenado ASFA y este estaba "en perfecto funcionamiento".

"Si la señal hubiera estado en rojo, el accidente no se habría producido", señaló Corsini.

A este respecto, el director de operaciones de Renfe, Antonio Domínguez, declaró que el jefe de circulación les dijo que la señal estaba abierta (en verde) y qu iba a dar salida al tren utilizando un banderín, pero se dió cuenta de su error e intentó comunicarse por teléfono con la central para que detuvieran el tren, sin poder conseguir su objetivo.

En cuanto al perfil profesional del jefe de circulación de la estación de Chinchilla, el presidente de Renfe aseguró que comenzó su formación en 1986, que tiene 6 años de experiencia en su puesto actual y la titulación debida. Además, realizó 10 cursos relacionados con la seguridad ferroviaria.

Por su parte el director gerente de Circulación de Renfe, Antonio Lanchares Asensio, anunció que en los próximos 18 meses se invertirá 30,9 millones de euros para implantar un sistema autómatico en la línea Chinchilla-Cartagena que haga imposible la circulación de un tren cuando otro transcurre por la misma línea.