Accedió a sus viviendas por las terrazas y cornisas del edificio ----------------------------------------------------------------
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Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron hoy en Madrid a un individuo que mantuvo secuestrada a una joven y agredió a varios vecinos del inmueble situado en el número 10 de la calle Potosí, tras acceder a sus viviendas trepando por los ventanales, balcones y terrazas del edificio, según informaron a Servimedia fuentes policiales.
Se trata de José Antonio Bermejo Reigado, de 32 años, que a parecer tiene mermadas sus facultades mentales y que ha sido calificado por las personas que le conocen como un hombre agresivo y violento.
Los hechos ocurrieron hacia las cinco de la madrugada, cuando un inquilino del piso primero de la finca situada en el número 8 de la calle Potosí avisó a la policía, para denunciar que fue víctima de una agresión por parte de un desconocido que irrumpió desnudo en su vivienda.
Un coche patrulla de la Policía Nacional estaba cerca del domicilio, pero cuando ls agentes llegaron a la casa el agresor había huido.
Ante la evidencia de que el responsable de la acción no había abandonado el inmueble, los policías decidieron subir por la escalera y en ese momento escucharon gritos que procedían de las planta décima.
Se trataba del vecino del piso 10º A, cuyo nombre responde a las iniciales Darío V.V., que fue víctima de un ataque similar al que sufrió el vecino del primer piso.
ENSANGRENTADO
De acuerdo con las citadas fuentes, tras cometer esta acció, José Antonio Bermejo iba ensangrentado como consecuencia de las heridas producidas al romper las cristaleras de la vivienda.
Los funcionarios observaron que, por los restos de sangre, el agresor, después de pasar a la azotea, consiguió saltar al piso noveno del inmueble número 10 de la misma calle.
El domicilio estaba ocupado por dos jóvenes, Aurora C.G., de 27 años, y María Yolanda C.M., de 24. Esta última consiguió escapar por la puerta tras mantener un forcejeo con el intruso, que le ocasion un corte en la oreja.
Sin embargo, José Antonio Bermejo retuvo en una habitación situada junto a la terraza a la otra mujer, amenazándola con unas tijeras y con un trozo grande de cristal.
Entretanto, efectivos de la Policía Nacional, Municipal y del Servicio de Bomberos pusieron en marcha un amplio dispositivo de seguridad en la zona. También se hicieron con un croquis de la vivienda y contaban con la colaboración de varios familiares de Bermejo.
A través de la puerta del domicilio, un insector del Cuerpo Nacional de Policía estuvo charlando con el secuestrador, que en un principio exigió una extraña condición: la colocación de 12 coches patrulla en la confluencia de las calles Bolivia y Cochabamba.
HABIA DOS TELEFONOS EN LA CASA
Durante ese tiempo, la policía supo, gracias al testimonio de la joven que se escapó, que en la casa había dos teléfonos en distintas habitaciones.
Bermejo había solicitado hablar por teléfono con un responsable del organismo en el que trabaja como subispector de Hacienda. Esta circunstancia fue aprovechada por el responsable del dispositivo policial para llamar al teléfono más alejado de la habitación donde mantenía secuestrada a la mujer.
Cuando fue a cogerlo, varios agentes que estaban camuflados en la terraza irrumpieron en el piso y liberaron a la rehén, sin daño físico, hacia las ocho de la mañana.
El secuestrador fue trasladado al Hospital La Paz, para ser atendido de los cortes que sufría, que fueron calificados de carácter leve.
Dsde allí, los agentes le condujeron a la comisaría de Chamartín, en donde explicó que ayer le habían echado un veneno en la comida porque le quieren matar.
(SERVIMEDIA)
16 Jul 1991
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