La acusada ha sido absuelta después de que el fiscal retirase al inicio del juicio, celebrado hoy a puerta cerrada, la acusación de parricidio, por el que inicialmente pedía 6 años de prisión. La defensa había solicitado la lbre absolución, al considerar que la mujer había actuado en legítima defensa.

Los hechos ocurrieron en octubre de 1994, cuando la mujer, vecina de Langreo, y su nieto de 2 años, hijo de la víctima, de 41 años, se encontraban en su casa. En ese momento apareció el hijo de la mujer, después de haber estado desaparecido durante tres días.

Tras una breve discusión, la abuela y el nieto se acostaron. Poco después, su hijo se presentó en su cuarto desnudo y, tras golpearla, la forzó. El niño, pese a lacorta edad, trató de auxiliar a la abuela tirando de los pelos a su padre, lo que motivó que éste se pusiese más agresivo.

La escena se repitió dos veces más durante la noche, por lo que la mujer decidió esconder en la cama una escopeta con la que amenazó a su hijo para que depusiese su actitud, mientras sostenía al niño en sus brazos e intentaba salir del domicilio.

Según la calificación del fiscal, el hijo intentó repetir su acción dirigiéndose a ellos de forma más agresiva aún, por lo que anteel temor de que peligrase no sólo su vida, sino también la del niño, la madre le disparó en la frente, causándole la muerte.

De acuerdo con la declaración de la acusada, en ningún momento pretendía matarle, sino que incluso trató de reanimarle echándole agua en la cara. El fallecido, al que su segunda esposa y madre del niño había abandonado semanas atrás por malos tratos, tenía una concentración de alcohol en la sangre de 2,79 gramos por litro.