Cascos insistió en que antes de tomar una decisión al respecto, el Ejecutivo debe estudiar los informes preceptivos del tribunal sentenciador, que aún no le han sido remitidos, por lo que "adelantar cuál va a ser la postura del Gobierno es una irresponsabilidad en la que no vamos a caer", indicó.

"El Gobierno", aseguró, "va a ejercer las competencias que le otorga la ley yuna vez estudiados los informes y elevada la decisión por la ministra de Justicia al Consejo de Ministros, que tomará su decisión teniendo en cuenta los antecedentes del caso, incluida la moción aprobada por el pleno el pasado día 20 en la que se instaba al Ejecutivo a acordar el indulto".

El "número dos" del Gabinete Aznar recordó a los socialista que la legislación que están aplicando jueces y tribunales es la aprobada por el Parlamento en legislaciones anteriores. "Este Gobierno no se va a dedicarpastorear jueces aunque ustedes insistan", dijo al Grupo Socialista.

Las explicaciones del vicepresidente del Gobierno vinieron precedidas de una pregunta no desprovista de cierta sorna de la diputada socialista, quien quiso adelantarse a las críticas de Cascos afirmando que es conocido que para él "los socialistas somos como el infierno según decía el catecismo: la suma de todos los males sin mezcla de bien alguno".

Las iniciativas para forzar al Gobierno a indultar a ambos médicos se vienen suediendo desde hace semanas en el Parlamento, y en todas las ocasiones el Ejecutivo asegura que los tribunales se limitan a aplicar la normativa aprobada bajo mandato socialista.

Así, Rubiales afirmó irónicamente: "Somos responsables de la muerte de Prim, e incluso de la de Manolete y, sin duda, de no haber regulado bien la interrupción voluntaria del embarazo, pero ahora tienen ustedes una oportunidad de oro de corregir este defecto".

Por su parte, Cascos no dejó pasar la ocasión de recordar a lo socialistas que "las únicas imágenes reales sobre ese escenario terrorífico en que se trata de enmarcar a un adversario político, sólo constan en un video electoral emitido por el Partido Socialista en las pasadas elecciones generales", en el que el mundo del PP era reflejado en tonos blanquinegros, mientras el del PSOE era una explosión de color.