La parte del sumario sobre la que se ha levantado el secreto consta de un tomo con más de dos mil folios en los que están recogidas las declaraciones de un centenar de personas, incluidos los tres antiguos responsables de Interior encarcelados hace dos semanas.

Tanto el ex director de Seguridad del Estado, Julián Sancristobal, como el antiguo jefe de la Brigada de Información de Bilbao, Miguel Planchuelo, y el ex responsable de la lucha antiterrorsta, Francisco Alvarez, negaron cualquier tipo de implicación o conocimiento sobre la preparación y ejecución del secuestro del empresario Segundo Marey.

Tampoco mencionan en ningún momento una relación directa o indirecta de los integrantes del Gal con el ministro de Interior en ese momento, José Barrionuevo.

Las declaraciones de Amedo y Domínguez implican a los tres responsables de Interior antes citados y arrojan nueva luz sobre la estrecha relación que existía entre ellos y el ministro Barriouevo.

Los hechos que se determinan a priori son los que constan en los distintos autos de prisión: malversación de caudales públicos e intervención directa en el secuestro de Amedo y Dominguz.

Este sumario que lleva dos años abierto cuenta con más de 50 declaraciones de policías y guardias civiles que han negado siempre su implicación o conocimiento de los hechos. Al menos la mitad de las declaraciones de las que consta el sumario fueron instruidas por el juez Manuel García Castellón durante el tempo que estuvo ocupando el puesto del juez Garzón.

SERENOS Y TRANQUILOS

Según Manrique sus representados "se encuentran bien, serenos y tranquilos. Han tomado una determinación y están convencidos de que han hecho lo que tenían que hacer y por tanto están relajados"

Amedo y Domínguez continúan trabajando de manera habitual a pesar de que a partir del pasado 20 de diciembre tienen protección policial por orden de Garzón.

Ante la posibilidad de que se pueda producir algún atentado contra amos policías, únicos condenados por el caso Gal, un dispositivo policial de cinco hombres y dos coches les sigue las 24 horas del día.

Los dos ex policías continúan trabajando con normalidad aunque con las lógicas incomodidades que impone la vigilancia. Domínguez trabaja como agente comercial de una aseguradora y la policía tiene que seguirle en sus desplazamientos por la zona norte de Madrid, donde acostumbra a visitar a sus clientes.

Amedo asiste a su trabajo como administrativo en el despacho dl abogado Juan Manuel Sáinz de los Terreros y hace una vida normal respetando las horas de permanencia en su domicilio que le impone el juez de lunes a jueves.