En declaraciones a Servimedia tras participar en un encuentro sobre "La evolución del peaje" en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, Alemany explicó que son "absolutamente optimistas, si bien vamos a tener que trabajar porque no podemos hacer que la aclaración de los puntos pendientes se retarde mucho" en el tiempo.

Todo ello porque el Gobierno italiano anunció ayer que va a poner en marcha una serie de normas a las que se deberán adaptar las empresas concesionarias de autopistas en Italia, como es el caso de Autostrade, lo que podría poner en peligro el proceso de fusión que la compañía española pretende llevar a cabo con la italiana.

Sin embargo, según Alemany, la administración italiana quiere "ordenar el sector y crear un marco regulatorio más modernizado y actualizado" en beneficio de los usuarios y los operadores, algo que no tendría que afectar a la adquisición de Autostrade por parte de Abertis.

"Habrá que trabajar en que se ordene un poco todo esto, pero detectamos una muy buena disposición en el Gobierno italiano", que ha percibido lo "positivo" de esta operación, añadió el consejero delegado de Abertis.

Alemany señaló que mantienen conversaciones frecuentes con los responsables de la administración italiana y "tenemos disposición para hacer frente a lo que ellos quieren".

En este sentido, el consejero delegado de Abertis comentó que el Gobierno de Romano Prodi "aspira a que la nueva sociedad ofrezca suficientes garantías financieras y técnicas para el desarrollo de las inversiones y el mantenimiento posterior" de las infraestructuras, algo en lo que no hay "ninguna dificultad".