Rojo criticó la declaración peneuvista de esta semana ante el "Aberri Eguna" mediante la que "ellos mismos han puesto en evidencia que van a hacer un día puramente sectario, en el sentido de que no se quieren representar más que así mismos perdiendo, por ello, la gran oportunidad de lanzar un mensaje sobre la situación política que estamos viviendo y el proceso de paz".

De los actos programados para mañana, domingo, el político socialista vasco dijo que "no espero nada más que las habituales escalificaciones a las que nos tienen acostumbrados en ese día y supongo que, mañana, con discurso más patrióticos y nacionalistas".

Rojo lamentó que el PNV hubiera descalificado, en su último comunicado, "a todo el mundo, incluido el poder judicial al que ha puesto en solfa cuando, por cierto, (el PNV) tiene a un miembro en el CGPJ (en referencia a Emilio Olabarría), por lo que uno no termina de entender absolutamente nada".

A su juicio, "lo importante es que el día del 'Aberri Eguna' debería pemitir que todos los ciudadanos de este país nos pudiésemos sentir identificados de una forma o de otra. El nacionalismo ha conseguido que la final sea un día más de su patria no de la de todos".

Añadió que la jornada de mañana "debería haber servido para hacer un llamamiento a la paz con mayúsculas, que no hubiera sido ni más ni menos que haberle dicho a EH que condujeran a sus huestes lejos de la violencia callejera".

Rojo comparó el origen de los sucesos en la región de Kosovo con la situación ctual en el País Vasco y dijo que "el mejor ejemplo de todo esto es mirar a los Balcanes, que no es sino la consecuencia del nacionalismo puro y duro, porque al final los nacionalismos no conducen más que a eso y eso es lo que trata de enmascarar el nacionalismo que tenemos aquí".