En una rueda de prensa en la sede de su partido, Abascal señaló que su partido ya ha presentado una moción de censura contra Sánchez esta legislatura y que no renuncia a presentar otra, pero sostuvo que ahora es el turno del PP.

Afirmó que Feijóo debe afrontar su “responsabilidad” en la actual situación y cuenta con la “mano tendida” de Vox para encontrar un “candidato de consenso” para una moción de censura. Señaló que quien fuera elegido como presidente debería convocar elecciones inmediatamente.

Aseguró que el que pidan un “candidato a Feijóo” no es un “veto” a Feijóo, sino que están “dispuestos a hablar” con el PP sobre apoyarle en una moción, pero sin “cheques en blanco”. Añadió al respecto que todavía no ha hablado con el líder popular sobre esta cuestión.

“TOTAL INDIGNACIÓN”

Además de apelar a los populares para presentar una moción de censura, Abascal indicó que, frente a la reforma de la sedición, su partido tomará otras medidas, como las concentraciones que ha anunciado para este sábado en Barcelona y para el 27 de noviembre en Madrid.

Al mismo tiempo, anunció que se opondrán este lunes en la Mesa del Congreso a la tramitación de la proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos para derogar el delito de sedición. En caso de que este cambio legal entrase en vigor, dijo que lo llevarán al Tribunal Constitucional y pedirán su suspensión inmediata.

Abascal argumentó que la reforma de la sedición que plantean los partidos del Gobierno es una “amnistía encubierta” y que el procedimiento por el que se intenta llevar a cabo es un “fraude de ley” por la forma en que quiere llevarse a cabo.

Respecto a que, tras la reforma de la sedición, se pueda reformar el delito de malversación, como pide ERC, el líder de Vox expresó su “toda la indignación y ninguna sorpresa” respecto a esta posibilidad.

Sostuvo que, de esta forma, Sánchez beneficiaría también a los “corruptos socialistas” del ‘caso de los ERE’, como el expresidente andaluz José Antonio Griñán, que tiene pendiente su ingreso en prisión. Abascal expresó su “rechazo total” a esta eventual cambio de la malversación y dijo que esto prueba que el PP no debe negociar con el Gobierno y mantener con el mismo una “distancia infinita”.