Zapatero reanudará el diálogo social cuando releve a Corbacho y los sindicatos envíen “alguna señal”

- A mediados de octubre habrá cambio al frente del Ministerio de Trabajo

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó este viernes que reanudará el diálogo social sobre los asuntos pendientes cuando nombre un nuevo ministro de Trabajo -a mediados de octubre- y una vez que los sindicatos envíen “alguna señal” de disposición a dialogar.

En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, el presidente explicó que aún no ha llamado a los líderes sindicales porque prefiere esperar “a que las aguas se serenen un poco” tras la huelga general y, en todo caso, trabajar “con prudencia” para no levantar expectativas antes de tiempo.

Hay una intensa agenda por delante de asuntos sociolaborales, como las políticas activas de empleo, la negociación colectiva, el fondo de provisión, las pensiones, la política industrial o la energética, “e iremos desbrozando el camino poco a poco”.

A mediados de octubre tiene previsto relevar a Celestino Corbacho al frente de Trabajo e Inmigración, y espera también que los sindicatos envíen “alguna señal”, y a partir de ahí confía en que se pueda reanudar el diálogo.

Rodríguez Zapatero aseguró que aún está “perfilando” el nombre del sucesor de Corbacho, pero avanzó que deberá tener una ambición renovadora para emprender cambios “profundos” en ámbitos como los servicios públicos de empleo.

Pese a las demandas de los sindicatos, el presidente insistió en que la reforma laboral está aprobada por el Parlamento, debe aplicarse y esperar sus resultados “a medio plazo” para corregir la “rigidez clarísima” que ha tenido hasta ahora el mercado laboral.

Aseguró también que los ejes de la política económica del Gobierno se mantendrán porque son “imprescindibles” para la recuperación, “que va a ser lenta”, y para evitar que una crisis vuelva a golpear al empleo.

Reconoció, en ese sentido, que el crecimiento de la economía española seguirá siendo “débil” en lo que queda de año, pero sería la ausencia de reformas lo que consolidaría “el estancamiento”.

PENSIONES

Ante la reforma de las pensiones, el presidente insistió en que el aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años es la opción que el Gobierno ha puesto sobre la mesa, pero hay fórmulas diversas que deben estimarse en todo caso con un gran acuerdo en el Pacto de Toledo y con los agentes sociales.

Aunque la situación ahora es “cómoda” y el sistema goza “de buena salud”, alertó de que los datos a diez o quince años son “incontestables”, y es uno de los ámbitos en los que “hay que ganar tiempo a las reformas”.

Puso como ejemplo a Alemania, que ahora resiste la crisis y sigue siendo referencia para la Unión Europea, pero pocos recuerdan las reformas emprendidas en el año 2000 por el entonces canciller Gerhard Schroeder, que incluyeron tres años de congelación de pensiones y reestructuraciones “muy difíciles”.

(SERVIMEDIA)
01 Oct 2010
CLC/caa