Un estudio invita a los diseñadores a fabricar envases de helado más fáciles de usar
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La Fundación ONCE y la Confederación Empresarial Española de Economía Social (Cepes) presentaron este martes en Madrid el estudio "Identificación de requisitos de usuarios en relación con el diseño de envases de helados", elaborado por Kriteria Consultores Sociales con la participación de Ice Cream Factory Comaker y Consum. Su objetivo final es promover que los diseñadores puedan fabricar envases más fáciles de usar por todos.
Al acto acudieron el subdirector general de Economía Social, Trabajo Autónomo y Responsabilidad Social de la Empresa, Gil Ramos Masjuán, acompañado del vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán, y el presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño.
El estudio pretende promover que los diseñadores se centren en las necesidades e intereses de los usuarios y así lograr que los productos sean fácilmente utilizables y comprensibles por todos. En este sentido, el documento identifica las ventajas y dificultades que encuentran las personas mayores o con discapacidad en el manejo de algunos envases.
Según explicaron sus impulsores, la mayoría de los criterios de diseño y recomendaciones que aporta el estudio son aplicables a cualquier envase y son comunes para todos los usuarios, con independencia de si tienen o no discapacidad.
En la presentación del estudio, Gil Ramos Masjuán se refirió al movimiento de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y cómo ha avanzado en los últimos años. Sin embargo, recalcó que aún faltan experiencias concretas, como la que aporta este estudio. “Una empresa que quiera ser competitiva”, subrayó, “debe integrar la RSC en toda su estrategia de actuación empresarial”.
Por su parte, Alberto Durán explicó que al margen de la “anécdota” que pueda suponer este estudio sobre los envases de helados, la realidad es que no se trata sólo de la accesibilidad universal de los envases, “es una conjunción de la mejora de los derechos de las personas con discapacidad y este es un paso más”. Es también, insistió, “una oportunidad de negocio y una mejora en la forma de hacer las cosas”.
Por último, Juan Antonio Pedreño mostró su satisfacción por la elaboración de estudios como éste, que ponen encima de la mesa las posibilidades que ofrecen las técnicas del diseño para todos. “Hacer RSC no es sólo implantar acciones. Deben ser acciones comprometidas y eficaces para demostrar no sólo que es posible, sino que además en rentable”, concluyó.
Entre las recomendaciones que recoge el documento destaca, en cuanto al manejo físico, la necesidad de que las lengüetas tengan una mayor dimensión. También señala que las cubiertas interiores deben ser más deslizantes y tener un buen contraste. En el plano cognitivo, indica que el diseño debe lograr que el envase explique por sí mismo y de forma clara cómo manipularlo y donde está -de forma visual y táctil- la zona de apertura.
Por último, en cuanto a la esfera emocional, se recomienda que las marcas analicen el tipo de emociones que quieren transmitir y evocar para obtener el resultado deseado.
Sobre esta cuestión, en la última parte del estudio se aborda la aplicación del diseño emocional al sector alimentario, con una introducción conceptual y experiencias prácticas.
Ahora, dichas recomendaciones se trasladarán a las diferentes empresas para facilitar el uso de los envases alimenticios a todos los posibles usuarios.
(SERVIMEDIA)
28 Sep 2010
SBA/gja