Huelga general. Los sindicatos de enseñanza, divididos ante el paro
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Las centrales sindicales del sector de la enseñanza discrepan a la hora de respaldar la huelga general de hoy y mantienen posturas encontradas en cuanto a su seguimiento, conveniencia y utilidad.
Las federaciones de Educación de Comisiones Obreras y de UGT, Feccoo y Fete-UGT, respectivamente, apoyan el paro y llaman a respaldar la huelga, mientras que el sindicato de profesores Anpe y el sector de enseñanza del CSI-F no secundan la convocatoria.
En declaraciones a Servimedia, el secretario general de Feccoo, José Campos, afirmó que “la huelga puede ser un éxito en educación”, pues “razones no nos faltan”.
Entre los agravios citó “el tijeretazo en los salarios para los empleados públicos (del 7% en enseñanza universitaria y del 6% en la no universitaria) y los recortes presupuestarios”, como la congelación de partidas dirigidas a programas de apoyo escolar y a la Formación Profesional.
Además, están preocupados por la reforma de las pensiones, que podría afectar a la jubilación anticipada del profesorado.
Campos vaticinó un alto seguimiento en la Universidad, la Educación Secundaria y la Formación Profesional, y aseguró que “esta huelga va a evitar el decreto de pensiones y a largo plazo hará rectificar al Gobierno sobre la reforma laboral y el recorte del gasto público”.
Para el secretario general de Fete-UGT, Carlos López Cortiñas, el propósito es que “esta crisis no la paguen los trabajadores, sino quienes la han causado”.
Si el Estado necesita dinero se puede conseguir mediante una reforma fiscal y con imposiciones a los bancos, propuso, y agregó que “estamos notando en las asambleas que hay un cabreo generalizado con el Gobierno”, con lo que “si los sindicatos lo sabemos canalizar, la huelga será un éxito”.
El presidente nacional del sector de enseñanza de CSI-F, Eliseo Moreno, afirmó, en cambio, que “entendemos que ya hicimos una huelga de empleados públicos el 8 de junio“, por lo que esta “no la vamos a respaldar”.
A su juicio, “la repercusión será escasa”, puesto que la de funcionarios tampoco tuvo un gran seguimiento y esta es más general.
Por su parte, el presidente de Anpe, Nicolás Fernández Guisado, apuntó que “aunque existen motivos para reprochar al Gobierno su gestión de la crisis, consideramos que esta huelga llega muy tarde y que los sindicatos de clase han sido corresponsables de la situación actual”.
En su opinión, “el paro obedece más a cuestiones de imagen de los sindicatos de clase, a los que no les queda más remedio que hacer una huelga”.
Asimismo, pronosticó que el seguimiento en las zonas rurales será muy limitado y que “en las ciudades será difícil de cuantificar”, porque puede deberse a los servicios mínimos del transporte.
Tanto Moreno como Fernández coincidieron en señalar que “quien quiera ir a la huelga” debe tener derecho a ello, pero también “los que quieran trabajar” han de poder hacerlo.
(SERVIMEDIA)
29 Sep 2010
AGQ/caa