En la misiva, la concejala, Marisa González, pide su colaboración en la captación de posibles beneficiarios de este programa, que está dirigido a adolescentes y jóvenes de entre 12 y 18 años y que cada año atiende a unos 600 chavales y sus familias.

"Este programa aborda la parte en la que el adolescente deja de ser un niño y comienza a mostrarse rebelde con la familia, provocando verdaderos problemas de relación. Aquí les proporcionamos una atención personalizada a ellos y a sus familias", explicó González.

Según la concejala, se trata de chicos y chicas con importante fracaso escolar o absentismo, con situaciones de desventaja social y a veces de inadaptación, y con conflictos en el instituto. Los técnicos del PISA analizan cada caso en particular y junto al menor y sus familias diseñan el camino a seguir y las actuaciones en las que debería participar.

Los itinerarios diseñados por los especialistas pasan, según los casos, por integrarles en talleres prelaborales y de apoyo educativo al estudio; equipos de educadores de calle, de apoyo familiar y psicológicos; mediación familiar, y cursos de habilidades sociales, deportivos, culturales o de ocio, recursos todos ellos del Ayuntamiento.