Urkullu compareció frente a la Cámara Baja en compañía del portavoz de su partido en Madrid, Josu Erkoreka, así como de otros parlamentarios de la formación nacionalista.

El líder del PNV explicó que la disposición del PSOE y del Gobierno a transferir al País Vasco las políticas activas de empleo no supone ya un apoyo de los nacionalistas a las cuentas públicas de 2011, sino que es una “cuestión previa” que habían planteado.

Aseguró que la transferencia de las políticas de empleo fue una condición que su partido puso para apoyar las cuentas del Estado de 2010, sin que el Ejecutivo cumpliera en su momento. Destacó que lo pactado ahora es un “hecho histórico”, puesto que es una materia que los peneuvistas venían reclamando desde la aprobación del Estatuto de Guernica.

Detalló que la transferencia de las políticas de empleo implica que el Gobierno vasco recibiría la competencia sobre esta materia y 472 millones de euros para ejecutarla. Este dinero servirá para abordar iniciativas de trabajo, formación profesional, inspección de trabajo y a las cuotas empresariales a la formación y a la contratación.

En cuanto al apoyo a los Presupuestos, Urkullu declaró que estarán “en la mesa de negociación” las 15 propuestas que el PNV presentó en el Debate sobre el Estado de la Nación y que contemplaban “transferencias pendientes”. No obstante, señaló que también velarán por la austeridad en el gasto y el mantenimiento de inversiones en proyectos de desarrollos clave.

“Para la estabilidad económica, política e institucional es un tiempo que no se puede desaprovechar y el PNV no lo va a desaprovechar”, concluyó.