La tarjeta de identidad equivale a un permiso de residencia y otorga a sus titulares los mismos derechos que los ciudadanos congoleños, según aparece estipulado en la ley nacional de refugiados, de 2002, salvo los derechos políticos.

Entre estos derechos se encuentran los del trabajo, la educación, el acceso a la asistencia sanitaria y la libertad de circulación dentro de la República Democrática del Congo, según informó Acnur.

Acnur y el Gobierno congoleño repartirán las primeras 3.300 tarjetas a refugiados de la capital, Kinshasa. La mayoría de las personas desarraigadas que residen en este país proceden de Angola, Ruanda y Burundi.

El Ministerio del Interior de la República Democrática del Congo entregará las tarjetas, impresas por Acnur y que cuentan con una validez de dos años.