En declaraciones a Onda Cero, Luna explicó que estas afirmaciones no son de Enrique Ortiz, sino de una empresa subcontratista.

En este sentido, corroboró que "efectivamente" se hicieron unas obras de acondicionamiento en un piso que heredó su mujer, en 1997, cuando él había dejado de ser alcalde de Alicante, trabajaba en un despacho de abogados y "dentro de los clientes del despacho estaba el señor Ortiz”.

Tras esta exposición de hechos, Luna aseguró que “ahora me piden que yo enseñe facturas de una obra menor de hace trece años".

"Yo no sé si la gente guarda facturas de estas cosas desde hace trece años. Yo no creo que las tenga", afirmó, aunque aseveró que "tampoco las he buscado demasiado, porque he tenido un traslado de casa por el medio".

En cualquier caso, dijo no entender "cuál es el problema", puesto que él "era una persona privada que estaba en relaciones con otra persona privada". "No sé que hay de escandaloso en este asunto”, subrayó.

Siguiendo con la explicación, el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, destacó que trabajó dentro de la empresa de Enrique Ortiz, como abogado y ejecutivo de la empresa, y como todos los ejecutivos de la empresa tenía un Audi a su disposición, "que la empresa le puso" y que cuando termino su contrato con la ella adquirió el coche.

Respecto a las acusaciones de corrupción, aseguró que "esta es una operación clarísima" y que él "es una persona muy incómoda porque lleva años persiguiendo la corrupción que está instalada en la administración valenciana".

"Estoy preguntando por muchos millones de euros que se han repartido aquí en contratos a amigos de la trama ‘Gürtel’, amigos del presidente Camps y de altos cargos del Partido Popular", destacó.

Según dijo, "es necesario sacar alguna cosa de este tipo para deslegitimarme, ponerme nervioso y acallame" y dejó claro que "no me van a callar".