El presidente del CGCFE, Pedro Borrego, desveló que “el Ministerio de Sanidad ha adoptado una política diletante, en la que se esquiva a los máximos representantes de una profesión como la Fisioterapia”.

"Por ello, los fisioterapéutas nos vemos forzados a denunciar públicamente esta situación después de que hayamos intentado dialogar sobre aspectos profesionales que afectan a la salud de los ciudadanos con diversos ministerios de manera infructuosa".

“La respuesta que desde el Gobierno encontramos los fisioterapeutas siempre es la misma: marginar, arrinconar, desatender, descuidar y dejar de lado a la Fisioterapia y, por ende, a los beneficios que esta disciplina sanitaria puede aportar a la salud de los ciudadanos. Es una política inexplicable y sangrante”, puntualizó Manuel Alcantarilla, secretario general del CGCFE.

Los fisioterapeutas argumentan como ejemplos de su denuncia, la reciente firma de un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y el Consejo Superior de Deportes (CSD), en virtud del cual y según explicó la ministra, Trinidad Jiménez, los médicos de Atención Primaria podrán prescribir ejercicio físico como medida terapéutica. Esto supone, según el Consejo de Fisioterapeutas, un grave atentado a la normativa profesional contenida en la Ley Orgánica de Profesiones Sanitarias y, sobre todo, un riesgo directo para la salud de los ciudadanos.

Además, el CGCFE también critica otras cuestiones como la marginación de los fisioterapeutas en la “Ley del Medicamento”, donde se les excluyó de la posibilidad de prescribir productos sanitarios, al contrario de lo que sucede en otros países; así como la falta de respuesta por el PSOE para abordar propuestas electorales.

Los fisioterapeutas también denuncian “la permisividad y el peligro que supone para la salud el hecho de que personas sin capacitación ni titulación realicen actividades reservadas a los fisioterapeutas”. Entre ellos, los osteópatas, quiroprácticos, masajistas callejeros, quiromasajistas… así como la “ausencia de rigor” en el control de enseñanzas no regladas que fomentan “la infección intrusista de las profesiones sanitarias".