Esta organización denunció que Francia ha deportado a alrededor de 1.000 gitanos a Bulgaria y Rumanía desde el pasado mes de agosto y acusó a Francia de "estigmatizar" tanto a las comunidades romaníes como a los nómadas que viven en este país.

El director adjunto para Europa y Asia Central de AI, David Díaz-Jogeix, señaló que "ahora Francia debe mostrar que está comprometida con el respeto de los derechos humanos y la no discriminación de determinados grupos étnicos, incluidos los romaníes y los nómadas".

"El presidente Nicolas Sarkozy puede empezar por poner fin al ciclo de la discriminación que ha llevado a las expulsiones masivas de las comunidades romaníes de Francia", añadió.

Amnistía recordó que Sarkozy se refirió el pasado mes de julio a los campamentos de gitanos irregulares como "fuentes de la criminalidad". Desde entonces, varios campamentos han sido desmantelados.

El Parlamento Europeo expresó ayer su preocupación por "la retórica abiertamente incendiaria y discriminatoria del discurso político", así como "las medidas adoptadas por las autoridades francesas y las autoridades de otros Estados miembros destinados a gitanos y nómadas".