Rajoy hizo este anuncio al término de una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en Santiago, donde el líder de la oposición se llevó a la cúpula del partido para abrir el nuevo curso político.

Allí manifestó que este mes congregará en Madrid a los alcaldes populares y a los presidentes autonómicos en sendas reuniones para abordar la situación económica de las comunidades y las administraciones locales.

Según dijo, fue una de las propuestas realizadas por el presidente del PP de Galicia y de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ya el mes de julio defendió que el Gobierno central aplace la deuda de casi 2.600 millones de euros por los anticipos a cuenta de 2008 y 2009.

Sobre este asunto, Mariano Rajoy afirmó que muchos ayuntamientos tienen y tendrán "dificultades para pagar las nóminas" y que existen comunidades que "ya no pagan a sus proveedores". Así, opina que la situación financiera de las administraciones es "un tema importante para le gente y para el conjunto del país".

Augura "dificultades graves en muchos ayuntamientos" y criticó que el Gobierno central haya presupuestado "de más" haciendo que ahora las comunidades "deban pagar el dinero que el Estado les dio de más" partiendo de "una previsión de ingresos falsa para decir que no había crisis".

Rajoy recriminó que el Ejecutivo estatal haya incurrido en un "déficit del 10%" que después quiso reducir por orden de Europa aplicando "el mayor recorte social de la democracia". El PP, dijo, está "a favor de controlar el gasto público y eliminar el gasto superfluo".

SOLUCIONES A LA CRISIS

Asimismo, subrayó que el objetivo prioritario del PP en lo que queda de año consiste en "luchar contra la crisis, crear empleo y mejorar el nivel de renta y bienestar de los españoles", a la vez que reprochó al Gobierno de Zapatero que carece de "confianza" y que está "sólo", pues "no cuenta con el apoyo de ninguna otra fuerza política, ni sindicatos ni empresas".

El presidente del PP echa de menos "un Gobierno capaz de presentar un plan" en el Congreso de los Diputados y que obtenga "una mayoría". Respecto a la reforma laboral de los socialistas, asegura que es "para el despido" frente a "la nuestra, que es para el empleo", y criticó que de las 71 enmiendas que presentó al texto del Gobierno el PP no se haya "aceptado ninguna".

Pese a ello, los populares optarán en lo que resta de año por formular sus propuestas también por la vía de las "enmiendas", aunque está dispuesto a apoyar las decisiones del Gobierno que le parezcan "razonables y buenas para España".

En todo caso, opina que el Ejecutivo "no está preparado" para afrontar la crisis y asegura que el PP seguirá "construyendo siempre", aunque sea desde la "oposición".