Jiménez presentó su candidatura en la sede del PSM, acompañada del secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, quien competirá en las primarias por la candidatura al Ayuntamiento de Madrid.

En un acto multitudinario en el que fue coreada por los asistentes con gritos de "presidenta, presidenta", la ministra aseguró que su intención como candidata al Ejecutivo regional es "ofrecer la mejor alternativa a los madrileños y asumir la responsabilidad de gobernar".

Tras señalar que los socialistas "no queremos esperar más para ganar", indicó que esa victoria "se la debemos a nuestros militantes y a tanta gente que lleva tanto tiempo para conseguirlo".

Según Jiménez, la Comunidad de Madrid necesita un gobierno "que no olvide a nadie, beneficie a todos y defienda el interés general frente a los intereses particulares". "Un gobierno que invierta en futuro, que convierta a Madrid en motor de crecimiento; solidario, honesto y transparente, que crea en el desarrollo sostenible", subrayó.

En definitiva, Jiménez afirmó que los socialistas "queremos una sanidad pública fuerte y de calidad, que se invierta en educación buscando la excelencia, un gobierno que impulse la Ley de Dependencia y que gestione con agilidad las prestaciones y ayudas, que las familias sepan que van a disponer de una plaza en una escuela infantil y que haya una igualdad real y no retórica".

Explicó que ha dado el paso de presentarse como candidata por "compromiso con la ciudadanía madrileña, responsabilidad hacia el proyecto que represento, por pasión política y por querer transformar la realidad".

Finalmente, la ministra dijo que "le debemos a los militantes seriedad, sosiego y respeto en el debate" y se mostró convencida, recurriendo a un símil deportivo, de que si Jaime Lissavetzky y ella "pasan de cuartos", en referencia a las primarias, "ganamos la final", es decir, la presidencia de la Comunidad de Madrid.