Según el diputado socialista Enrique Curiel, los parlamentarios firmantes de la carta no pretenden inmiscuirse en la soberanía norteamericana, sino reforzar la opinión en contra de dichos proyectos de ley, expresada ya por los países iberoamericanas asistentes a la Cumbre de Bariloche (Argentina), así como por la Unión Europea.

La carta, remitida a título individual por estos dipuados del PSOE,IU, CIU, PNV, Coalición Canaria y Unión Valenciana, subraya que los mencionados proyectos de ley "contribuirían a hacer más penosa la vida de los ciudadanos de Cuba y a dificultar el necesario diálogo para lograr los cambios políticos y económicos del régimen cubano".

Los proyectos de Ley Helms-Burton, según los firmantes de la carta, contravienen disposiciones internacionales, normas de la Organización Internacional del Comercio y de la Organización Mundial del Turismo, y podrían afecta a los intereses económicos españoles en Cuba, así como al proceso de transición política del régimen castrista.

Por parte del Grupo Popular, Javier Rupérez señaló que, aún estando de acuerdo con el fondo de lo que plantea la carta, su grupo no la ha firmado, porque podría ser mal utilizada por el régimen castrista en favor propio, lo que "no beneficiaría los objetivos de la libertad en Cuba".

Agregó que "ya la propia Administración Ejecutiva Norteamericana ha manifestado su oposición a los citads proyectos de ley", según carta del secretario de Estado Norteamericano, Warren Christopher, remitida al presidente de la Cámara de Representantes".