Esta medida se mantendrá hasta que reine la "normalidad" en esta localidad donde España tiene el grueso de los más de 1.500 efectivos que están desplegados en Afganistán, según indicaron a Servimedia fuentes militares en Qala-i-Nao.

Las patrullas por el centro urbano "se han suspendido" a pie y sólo se "baja" desde la base "Ruy González de Clavijo" al pueblo en casos necesarios. Cuando esto ocurre se hace "reforzando" la seguridad y adoptando mayores medidas de seguridad de las ya habituales.

Pese a esta decisión de suspender las patrullas a pie, la actividad en el exterior de Qala-i-Nao, según las fuentes consultadas, se mantiene. Hasta el centro de la localidad acuden los efectivos que se están encargando de arreglar la antigua base "General Urrutia", donde se produjo el atentado y los posteriores altercados por parte de una turba.

La sede antigua del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) va "recuperándose" y, tras reforzar la seguridad del perímetro, se han vuelto a colocar los sacos terreros y la alambrada, que habían quedado destrozados tras los ataques. Incluso, aseguran que tiene mejor aspecto exterior del que tenía antes del ataque.

En este lugar, que todavía pertenece a España hasta que en breve sea cedido a las autoridades locales, se han suspendido todas las actividades, salvo de reconstrucción de lo que fue la sede del PRT español, hasta la construcción de la nueva base. En esta base, donde se produjo el atentado, es donde la Guardi Civil instruía a la policía afgana.

En dichos ataques, según las fuentes consultadas, los asaltantes quemaron y arrancaron todos los sistemas de seguridad. Las cámaras, los sensores y todo el sistema quedó "destrozado", añadieron dichas fuentes en Qala-i-Nao.

NIÑOS DISPARAN

La situación delicada que se vive en esta zona se torna en "preocupante", máxime cuando, según los militares consultados, se producen situaciones como que las mujeres afganas que trabajan en la base española "no hayan vuelto" a ir desde el atentado.

Este hecho, del que desconocen el motivo, genera mayor "preocupación" entre el contingente militar. Sospechan que se deba a que las mujeres no acuden a la base por "temor" a que las relacionen con las tropas españolas en estos momentos. Simplemente, dicen las fuentes consultadas en Qala-i-Nao, dejaron de ir a trabajar después del atentado del miércoles.

Además, los niños no dejan de "apuntar a disparar" al paso de los militares españoles, afirman dichas fuentes. También les insultan, lo que en muchos casos les hace pensar que esa animadversión "la escuchan en casa" a sus padres.

España tiene en Afganistán un total de más de 1.500 efectivos, de los que 1.100 se encuentran en Qala-i-Nao, el resto, en Herat y Kabul. En la capital de la provincia de Badghis, el equipo de formación de policías afganos –en el que estaban los agentes asesinados- está formado por 18 guardias civiles y 9 soldados del Ejército de Tierra.