El suceso, en el que perdió la vida la esposa del ahora detenido, enterrada el pasado fin de semana en el pueblo natal de sus padres (Pol), ocurrió en la madrugada del pasado jueves y la policía agotó el plazo máximo de retención en sus dependencias, antes de ponerlo a disposición judicial.

El presunto autor de la muerte reconoció los hechos ante la Policía y asumió que había acabado con la vida de su pareja con un machete de cocina con el que le asestó cinco golpes, el primero de los cuales ya pudo ser mortal. La pareja estaba en trámites de separación.

El matrimonio tenía dos hijos de nueve y 11 años, que ahora están a cargo de los servicios correspondientes de la Xunta de Galicia, con los que ya contactó el juzgado que se encarga del caso.