Durante este año, varios integrantes de Canal Voluntarios han viajado hasta Guatemala, Honduras y Colombia para realizar y proyectar trabajos que permitan a los habitantes de estas zonas deprimidas tener un mejor acceso al agua, en unas condiciones de mayor calidad y cantidad.

Así, en El Cantón de Esquipulas, en el municipio guatemalteco de San Antonio Huista, donde residen unas 2.000 personas, los voluntarios han construido un depósito, una cámara de rotura y han instalado una tubería de aducción desde su origen en un manantial a más de dos kilómetros, mejorando, por tanto, la red de abastecimiento.

En esta zona de Guatemala existía un cierto desabastecimiento debido a la contaminación de varios acuíferos y al aumento de su población.

ACCIONES EN HONDURAS

Otra de las acciones de los trabajadores del Canal de Isabel II es en San Pedro de Sula, en Honduras, una comunidad que carece de red de abastecimiento y de saneamiento; viales sin asfaltar y sistema de electrificación precario e irregular desde el punto de vista legal.

Asimismo, no tienen posibilidad de acceso a recurso superficial de agua y cuentan con un acuífero de pequeña potencia que se recarga por las lluvias de su pequeña cuenca y que está contaminado por las propias aguas fecales de la comunidad en la zona actual de extracción.

Las obras realizadas por los voluntarios, junto a la Fundación Proclade, han sido la perforación de tres pozos, la instalación de las bombas sumergidas y los sistemas de potabilización en dos de ellos, o la construcción del depósito principal de casi 200.000 litros.

En las siguientes fases se finalizará la adecuación de los pozos y la red de suministro que cubrirá la totalidad de la población, unas 13.000 personas.

Por lo que respecta a Colombia, los miembros de Canal Voluntarios visitaron varios municipios próximos a Barranquilla para analizar la posible ejecución de diferentes proyectos, todos ellos orientados a dotar de agua potable a comunidades que sufren un elevado número de casos de diarrea y problemas cutáneos por la falta de potabilización.

Se calcula que la población que podría verse beneficiada por estos proyectos alcanzaría las 3.000 personas, que actualmente viven en condiciones de gran pobreza.