Experto en cultura hispanoamericana, Nagano trabaja en la universidad nipona de Seisen y se dirige a sus alumnos de Santander en un perfecto español con acento argentino.

El profesor viajó a Buenos Aires a los 21 años para aprender el idioma “de primera mano” y de vuelta a Japón obtuvo un master en estudios latinoamericanos, aunque a bailar salsa comenzó hace solo cuatro años.

Lo cierto es que le gusta “muchísimo”, confesó Nagano, por lo que desde hace tres años en cada visita a la UIMP imparte lecciones de salsa de forma gratuita y voluntaria en la cafetería de la universidad.

A su juicio, aprender a bailar salsa “es muy fácil porque sólo hay tres movimientos”, aunque “lo realmente importante es soltarse”.

“Si el cuerpo está tenso no lo puedes mover como quieras”, por lo que hay que “tener confianza en ti mismo y en tu pareja de baile”, recomendó Nagano.

Todos los alumnos del taller coincidieron en que nunca habrían imaginado que iban a aprender a bailar salsa de la mano de un profesor japonés, pero “una vez conoces a Taro no te sorprende nada”, admitieron.

Es un enamorado de España y de Latinoamérica y le encanta el baile y lo conoce muy bien”, afirmaron antes de destacar que la mayoría intentará continuar dando clases de baile cuando termine el taller, porque “ha sido una experiencia impresionante”

Incluso una alumna de Vietnam, para quien esta danza es “muy difícil”, reconoció que gracias a la ayuda del profesor ha conseguido “aprender los pasos básicos”.

Nagano apuntó además que los bailes españoles “son muy diferentes”, y que le encanta verlos aunque no tanto practicarlos.

No obstante, admitió que alguna vez ha intentado aprender técnicas y pasos en el taller del bailarín Jesús Terán de en la UIMP.