Castilla y León. El fuerte calor de las últimas semanas, posible origen de la "pasteurelosis" en los ciervos

- El presidente del Colegio de Veterinarios de León dice que "en condiciones normales" no existe riesgo de contagio

VALLADOLID
SERVIMEDIA

El fuerte calor que afectó fundamentalmente a las provincias del oeste de Castilla y León durante las últimas semanas podría ser el origen de la "pasteurelosis" que provocó la muerte de más de un centenar de ciervos en las provincias de León y Zamora.

Así lo explicó el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de León, José Luis Teresa, después de que el Centro Nacional de Veterinaria de Algete (Madrid) confirmara este lunes que la enfermedad que ha provocado estas muertes es la "pasteurelosis", una bacteria que reside de manera habitual en el tracto respiratorio de los animales y que se localizó en las muestras analizadas, según el informe remitido a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León.

La "pasteurelosis" es una bacteria que puede encontrarse en los animales y que "puede no producir nada si no hay un estrés", explicó Teresa, para quien ese estrés pudo desencadenarse por el "exceso de calor", que es uno de los factores que origina el desarrollo del proceso, o porque los animales se encontraran en condiciones precarias "por calor o por sed", algo que dijo que se podrá confirmar una vez que se conozcan los detalles de los análisis realizados.

"Parece ser que los casos han desaparecido, así que posiblemente se produjo por el calor intenso crudo o bien por la sed de los animales", opina Teresa. Explicó que con la presencia de la bacteria "se produce un desarrollo exponencial, con una infección de la sangre al multiplicarse muy rápidamente la enfermedad".

Los ciervos muertos localizados se encontraban en su mayoría en situación de descomposición, por lo que contaban con una amplia bacteriología y la presencia de esta bacteria "no era nada exacta al encontrarse muchísimos gérmenes". Teresa confirmó también que "si cambian los factores" que ocasionan el estrés en los animales, "puede desaparecer perfectamente", por lo que la bajada de las temperaturas en los últimos días podría explicar la reducción de casos aparecidos.

Según Teresa, se trata de una enfermedad conocida y que provoca "una muerte rápida" en el caso de que se provoque una hemorragia en el animal. Sin embargo, dijo que el 90% de los casos de animales afectados por este mal padecen un proceso neumónico y síntomas respiratorios; y apuntó que otra forma de manifestarse es mediante inflamaciones del tejido subcutáneo, si bien "es menos frecuente".

El presidente de los veterinarios de León vaticinó que en los casos estudiados podría deberse a la variante hemorrágica, lo que provoca "una multiplicación muy potente de las bacterias que invaden la sangre".

En relación al posible contagio entre animales, Teresa explicó que la bacteria se encuentra "en todos los animales", aunque si no existe un estrés y unas causas que provoquen la expansión de la enfermedad "no debería haber ningún problema" y "no hay ningún riesgo". Aseguró que en "en condiciones normales" y "en un país civilizado" no existe riesgo de contagio, no sólo al resto de animales, sino tampoco a los humanos.

Sobre las medidas para atajar la enfermedad, Teresa señaló que habría que adoptarlas "si fueran animales domésticos", en cuyo caso podría frenarse la enfermedad mediante una vacuna o antibióticos, pero dijo que al tratarse de animales en libertad se trata de "un proceso esporádico" que afecta a la fauna salvaje y que es muy complicado de frenar "si no cambia la situación de los animales".

(SERVIMEDIA)
16 Ago 2010
NLV/pai