Tradicionalmente, la hoguera se instala a primeras horas de la noche en la Plaz de San Juan, en el distrito Centro o barrio Las Cortes, de esta capital, pero ayer en el lugar que presumiblemente iba a ocupar, aparecía un coche patrulla de la Policía Municipal, al que se sumaron tres coches más al cabo de una hora, debido, al parecer, a los gritos que lanzaba el público congregado.

Sobre las 12.30 horas, los vecinos del barrio optaron por reunir unos cartones y encenderlos en la pequeña explanada del edificio destinado hoy como sede del Consejo Económico y Social (CES), al tiempoque jóvenes del público se divertían saltando por encima del fuego.

Cuando el público echaba maderas consistentes para animar la hoguera, los policías las quitaban entre los gritos y pitidos del "respetable" que les llamaban "Europeos, europeos, europeos", de tal forma que el montón de material requisado por la policía iba aumentando, mientras la intensidad del fuego decrecía.

Los gritos e improperios del público hicieron desistir a los funcionarios de seguir requisando más madera, por lo que acodaron llamar a los bomberos, que, sobre las 1.00 horas llegaron con un coche cisterna.

Los bomberos parecían animados a trabajar, de modo que desmontaron la manguera y se pusieron en funcionamiento, pero cuando el público les reclamó que no intervinieran, prefirieron quedarse a la espera.

A partir de ahí, las señoras empezaron a hacerse fotografías con los bomberos, mientras los policías contemplaban la escena de la noche de solsticio con el radiotransmisor en la mano. Por su parte, el público apovechó el despite policial para echar más madera a la hoguera y elevar la altura de las llamas.