Así lo revelan los últimos datos publicados este lunes por la oficina estadística europea, Eurostat, y según los cuales durante el pasado ejercicio el 6,8% de la población de la UE, 29,2 millones de personas, se enfrentaba a “graves carencias materiales y sociales”, un porcentaje que aumentó “ligeramente” en comparación con 2022, cuando se registró un 6,7%.

De este modo, España se situó en el cuarto lugar del ranking en el índice de privación material y social grave, solo por detrás de Rumania, que destacó con el índice más alto, con un 19,8%, seguida de Bulgaria (18%), Grecia (13,5%) y Hungría (10,4%).

Por el contrario, Eslovenia (2%), Chipre (2,4%), Suecia, Luxemburgo y Estonia (todos con el 2,5%) registraron las tasas más bajas.

Por áreas, las regiones del sudeste de la UE registraron las tasas más elevadas de privación material y social grave (entre el 20% y el 29,9%).

A nivel regional, la tasa más alta se registró en el sureste de Rumania, superando el 30%, mientras que la mayoría de las regiones de los países nórdicos registraron tasas inferiores al 5%.

MUJERES Y HOMBRES

El año pasado, las mujeres en la UE tenían una tasa más alta de privación material y social grave (7,2%) en comparación con los hombres (6,5%).

Este patrón de tasas más altas para las mujeres se dio en todos los grupos de edad observados, excepto en el caso de los niños menores de 18 años, donde la tasa para los hombres (8,5%) fue ligeramente superior a la de las mujeres (8,3%).

Entre las personas de 18 a 64 años, la tasa general fue del 6,8%, siendo las mujeres (7,2%) las que presentaron una tasa más alta que los hombres (6,4%). En el grupo de 65 años y más, la tasa de privación material y social grave fue la más baja, con un 5,5%.

En este contexto, Eurostat subrayó que los hombres en este grupo de edad presentaron una tasa más baja (4,8%) en comparación con las mujeres (6,1%).