En una rueda de prensa tras reunirse con el rey Juan Carlos en el Palacio de Marivent, el presidente recordó que el Banco de España estima que la economía española creció un 0,2% en el segundo trimestre, después del 0,1% en el primer trimestre.

“Es un buen dato que confirma las previsiones del Gobierno y abre la expectativa de esa recuperación del crecimiento económico”, dijo.

Tras indicar que “la estabilidad financiera es una condición imprescindible para que la recuperación económica se mantenga en los próximos meses”, añadió que esta consolidación tendrá una consecuencia fundamental: “empezar a ver una recuperación del empleo”, que ya ha aportado “buenas cifras en julio”, con un descenso del paro de más 70.000 personas y con más de 60.000 personas afiliadas a la Seguridad Social.

MEDIDAS DIFÍCILES

Zapatero señaló que a este proceso de “estabilidad” económica han contribuido de forma decisiva las medidas, “algunas difíciles”, que el Gobierno ha venido adoptando a partir del mes de mayo, y particularmente la publicación de los resultados del test de estrés de los bancos españoles y cajas, que ha puesto de manifiesto “esa capacidad de solvencia”.

A juicio del jefe del Ejecutivo, esto “ha contribuido a que en estos momentos exista más tranquilidad, exista una menor presión en torno a la deuda española”. Añadió que esta estabilidad debe notarse también, “de forma progresiva”, en "la capacidad de financiación de las entidades financieras a la economía y a las empresas”.

Además, añadió que para que la estabilidad se mantenga y el empleo crezca, es necesario que los Presupuestos Generales del Estado cumplan con principios de austeridad y de reducción del déficit y que los diversos planes para fomentar la competitividad de la economía española se pongan en marcha cuanto antes.

A preguntas de los periodistas, explicó que el Gobierno está trabajando para hacer "un esfuerzo que pueda aliviar” el recorte en infraestructuras aprobado para combatir la crisis. En este sentido, anunció que, si la estabilidad financiera permite un margen para los Presupuestos de 2011, en “diez, quince días” el Gobierno podrá “dar alguna noticia positiva en cuanto a la recuperación de acciones inversoras en materia de infraestructuras”.