Así lo afirmó este martes la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama, según sus siglas en inglés), que difundió estos datos en su informe semestral "Protección de civiles en el conflicto armado".

Además, unas 1.997 personas ajenas al conflicto resultaron heridas en los seis primeros meses de este año, de manera que en este semestre hubo un total de 3.268 víctimas civiles.

La ONU subrayó que los talibanes y los insurgentes atacaron a 2.477 víctimas civiles (el 76% del total), en tanto que a las fuerzas gubernamentales se les atribuye el ataque a 386 civiles (12%).

Además, recalcó que los talibanes y otros elementos antigubernamentales causaron un 55% más de niños muertos o heridos civiles y un 6% más de mujeres que en el primer semestre de 2009, en tanto que las bajas atribuidas al ejército afgano cayeron un 30%.

"Los niños y las mujeres afganos se llevan cada vez más la peor parte de este conflicto. Ellos están siendo asesinados y heridos en sus casas y comunidades en mayor número que nunca antes", afirmó Staffan de Mistura, representante especial del secretario general de la ONU en Afganistán.

La Unama achacó este aumento de víctimas civiles a que los talibanes y los insurgentes antigubernamentales utilizan más y mayores artefactos explosivos, ataques suicidas y ejecuciones.

El informe de la Unama destaca que el cumplimiento del derecho internacional humanitario, exigible a las partes en conflicto, sigue siendo un "enorme desafío común" en Afganistán.

Por último, la ONU recomienda que los talibanes retiren sus órdenes y declaraciones pidiendo el asesinato de civiles y pongan fin al uso de artefactos explosivos improvisados y los ataques suicidas y las ejecuciones.

Además, aconseja a las fuerzas militares internacionales que hagan más transparente sus investigaciones y presentación de informes sobre las víctimas civiles, y al Gobierno afgano que cree un organismo público para proteger a las víctimas civiles.