En los seis primeros meses de 2009 se registraron 38.685 llamadas y en lo que va de año se atendieron 32.612. Una bajada a la que Lorente no hizo alusión, ya que recalcó que el número de consultas “sigue siendo alto”.

El delegado, que presentó el balance de la evolución de las denuncias y los homicidios, destacó que aumentó el número de víctimas mortales, 33 en lo que va de año frente a las 26 registradas en el anterior en el mismo periodo; descendió el número de denuncias previas; creció la retirada de estas denuncias, y se solicitaron menos órdenes de protección.

Unos datos que Lorente justificó alegando que se ha reducido el grado de percepción del riesgo por parte de las víctimas, de manera que éstas “incluso admitiendo la existencia de violencia” no consideran las agresiones tan graves como para denunciarlas.

Asimismo, dijo que la caída del número de denuncias fue motivada, en parte, por “el debate de las denuncias falsas”, dado que la polémica cuestionó la credibilidad de las mujeres y valoró que cada vez sean más las personas que se encuentran en el entorno de la víctima quienes decidan denunciar la situación.

Respecto a la vinculación entre violencia de género y crisis económica, el delegado, tras examinar los datos que recogen la situación laboral de las víctimas y de los agresores, concluyó que no existe una conexión coherente entre ambos hechos.

PERCEPCIÓN DE LA SOCIEDAD

Lorente también presentó hoy los primeros datos de una encuesta que verá la luz en septiembre y que recoge la percepción que los españoles tienen de la violencia de género. Un estudio realizado a unas 2.000 personas y en el que se contempla que el 87,1% de los ciudadanos consideran que este tipo de agresiones están “mucho” o “bastante” extendidas en España.

Además muestra que el 73% de las personas se informan de los casos que se dan a través de la televisión y recoge que cada vez son más los que consideran que tanto hombres como mujeres se preocupan por igual por este fenómeno.

El dato más destacable es que aumentó en dos puntos el porcentaje de personas que justifican una agresión siempre y cuando la víctima haya decidido dejar al agresor, pasando así del 3,9% al 5,9%. Unos datos que el delegado definió como “grave”, al considerar que con esta opinión los españoles “están dando legitimidad al agresor y a decidir cuando puede usar la violencia”.

Por último, Lorente insistió en que los asesinos serán recordados siempre con cierto “desprestigio” e incidió en el importante papel de las familias y el entorno de las víctimas. “Es necesario apoyar a las mujeres, preocuparse de forma proactiva y mandar un mensaje de rechazo social a los agresores”, subrayó.