La defensa de la naturaleza es compartida por todos los estratos sociales, aunque está más acentuada en las clases medias y altas, en las que el porcentaje asciende al 91 y 94 por ciento, respectivamente.

La preocupación medioambiental es más intensa entre losjóvenes y decrece conforme avanza la edad de los entrevistados (desde el 92 por ciento en menores de 29 años a un 80 por ciento en personas de más de 65 años).

Según la encuesta del CIRES, los españoles identifican la ciencia y la tecnología sobre todo con la medicina, disciplina que es la más valorada y conocida por los encuestados.

Dos tercios de los entrevistados asegura que el nivel de desarrollo técnico en España es bastante inferior al de otros países de Europa y considera muy negativa la dpendencia tecnológica de nuestro país de las grandes multinacionales.

El papel de Europa en el contexto científico mundial tampoco está bien valorado, frente a las grandes potencias, como Estados Unidos y Japón.

Respecto a la confianza depositada en la investigación científico-técnica, la mitad de los españoles opina que esta actividad no resolverá los problemas de la humanidad y dos terceras partes no cree posible que la ciencia sustituya a la religión en la escala de valores de las personas.

Esta actitud negativa ante los avances científicos se manifiesta también en el rechazo a la utilización de animales vivos para la experimentación médica o biológica, práctica repudiada por el 46 por ciento de los encuestados.