Así lo manifestó en unas declaraciones sobre la actualidad política que realizó en Marbella, en las que, frente a la congelación de un derecho que calificó como "muy querido" para el PP, defendió el retraso voluntario de la edad de jubilación, siempre con incentivos para quien acepte trabajar más años.

Igualmente, según informó el PP, Arenas restó importancia a una eventual mejora de los datos del paro en los meses de verano, la cual atribuyó de antemano a los puestos temporales que creará el sector turístico, desvinculándola de cualquier indicio de recuperación de la economía y el empleo.

Al dirigente popular le gustaría ver en Zapatero una total "rectificación de su política económica" y una apuesta por la austeridad y el control del gasto corriente. "Eso es lo que me gustaría escuchar", insistió, en lugar de "recortes sociales a golpe de decreto" que a su juicio evidencian falta de talante y de una reforma laboral que, apostilló, "no le gusta a nadie".

Para Arenas, el problema es la falta de confianza en los consumidores y en los creadores de empleo, y lo personificó no en el Gobierno en conjunto, sino en su presidente. "El problema es el señor Zapatero", aseguró. "Es muy dificil que un Gobierno tenga credibilidad si el presidente sólo provoca desconfianza". Por todo ello, el presidente del PP andaluz vaticinó que la situación sólo "se solventará cuando lleguen las elecciones".