Según datos de la FAO, las dihé son una fuente de abundantes proteínas, hierro y betacarotenos, y pueden mejorar el valor nutricional de una alimentación con déficit de estos nutrientes.

En el Chad son generalmente recogidas por mujeres vulnerables de la casta baja de los "herreros", en los estanques de poca profundidad donde se forman en ciertos periodos del año.

En este sentido, la FAO está llevando a cabo un proyecto con fondos aportados por la Unión Europea, que apoya a estas mujeres.

El proyecto les enseña a hacer esta labor "con mayor eficacia e higiene", y a elaborar, envasar y comercializar el producto, para venderlo en farmacias y tiendas de alimentos de todo el país y ganar dinero.