El programa nació en 2007, impulsado por una coalición de empresas a las que pertenecen CSC, Dell, Google, HP, Intel, Microsoft y World Wide Fund, con el fin de reducir el impacto de dichas tecnologías mediante la mejora de la eficiencia energética.

Según el estudio, realizado por Natural Logic con el fin de evaluar el progreso de la iniciativa, el sector ha logrado reducir en 32 millones de toneladas sus emisiones de CO2 desde 2007, por lo que actualmente se sitúan en 36 millones de toneladas, y prevé cumplir su objetivo de recortar dichas emisiones en 54 millones de toneladas en junio de 2011 con respecto a los niveles de 2007.

Dicha reducción equivale a las emisiones producidas por nueve centrales térmicas de carbón para la generación de energía eléctrica, y permite un ahorro anual de energía de más de 1.536 millones de euros.

Todo ello ha sido posible gracias a las medidas para acelerar la adopción de sistemas para mejorar la gestión del consumo de energía de los ordenadores, a las nuevas normas para la eficiencia energética de las tecnologías informáticas y al desarrollo y adopción de equipos informáticos de alta eficiencia energética.