Eso sitúa a los parados españoles como los cuartos con más experiencia laboral dentro de la UE-25, sólo por detrás de Suecia (un 8,9% de los parados buscando su primer empleo), Alemania (9,2%) y Lituania (12,1%).

En países habitualmente presentados como ejemplo de flexibilidad laboral, como Gran Bretaña, hay, sin embargo, un 22% de parados que nunca han tenido un trabajo. Los niveles más altos para estrenarse en el mundo del trabajo se dan, no obstante, en Grecia (37,3%) e Italia (33,6%).

La comparativamente alta experiencia previa de los parados españoles parece la consecuencia natural de la elevada temporalidad que rige en nuestro mercado laboral, que afecta un tercio de la mano de obra.

En todo caso, la creciente disposición de los parados a aceptar un empleo también se ha traducido en que el desempleo de larga duración (de un año o más) sea ahora en España poco más de la mitad que el promedio comunitario (2,2% de la población activa en España frente a un 4,1% de la UE-25).