Según informó la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos se situaron en los 418,8 millones de euros, lo que supone una reducción del 42% respecto los primeros seis meses de 2008.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de -2,3 millones de euros, mientras que un año antes era de 159,3 millones.

En concreto, el volumen de cifra de negocio en la línea de promoción residencial se situó en 326 millones de euros, y se entregaron un total de 1.068 viviendas.

Por su parte, las ventas de solares y terrenos ascendieron a 54 millones de euros y los ingresos por arrendamientos del patrimonio se situaron en 24 millones, a los que hay que sumar 16 millones de la actividad hotelera.

Desde la compañía que preside Rafael Santamaría se explicó que la tendencia bajista de la demanda hay que enmarcarla en un entorno económico recesivo y por una "muy importante falta de liquidez".

Así, la inmobiliaria subraya que la actual situación está acelerando la contracción de la oferta, por lo que aumentan las posibilidades de un ajuste rápido del mercado, con lo que podría empezar a recuperarsa la actividad en 2010.