El ADN permite identificar 92 años después de su muerte a dos hijos de Nicolás II, el último zar ruso

MADRID
SERVIMEDIA

El equipo del estadounidense Michael D. Coble ha identificado, gracias al ADN, los restos de los dos hijos del último zar ruso, el heredero Alexei y una de las princesas, asesinados junto al resto de su familia en 1918. Coble, biólogo forense del National Institute of Standards and Technology, explicará en los cursos de verano de San Lorenzo de El Escorial cómo él y su equipo lograron desvelar uno de los mayores misterios del siglo XX.

Según los historiadores, Nicolás II y su familia fueron fusilados por los bolcheviques en Yekaterimburgo en la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918. Seguidamente, los homicidas decidieron enterrar por separado los cuerpos y así el zar, su esposa y tres hijas fueron enterrados bajo un puente de madera, mientras que los dos hijos restantes lo fueron en un bosque cercano. De esta manera, los asesinos pretendían que en caso de ser hallados, nadie los vinculara con los de la familia real.

Desde entonces las leyendas populares señalaban que Anastasia, la hija pequeña, sobrevivió a los fusilamientos y a la revolución rusa hasta que los restos atribuidos al zar, su esposa y tres de los hijos fueron hallados en 1991 y el análisis genético confirmó posteriormente sus identidades y en 2007 nuevos restos fueron localizados a tan sólo unos 70 metros de distancia del primer descubrimiento.

Con estos hallazgos, el equipo de Coble, analizando el ADN recogido de los fragmentos de huesos y comparándolo con el código genético de los cuerpos encontrados en 1991, ha logrado establecer que los individuos recuperados en este último enterramiento son los dos hijos de los Romavov por localizar, el heredero Alexei y la gran princesa María o Anastasia, pues sobre la identidad de una u otra todavía persisten dudas.

(SERVIMEDIA)
22 Jul 2010
CGS/lmb