Los empleados de aduanas impidieron la entrada y salida de toda las mercancías por carretera, vía aérea y marítima, salvo la de medicinas, órganos y equipaje de viajeros. En Valencia y Barcelona, también se despacho pescado fresco.

El mayor seguimiento del paro se produjo en las aduanas de Madrid, donde lo secundaron prácticamente el cien por cien de los 2.500 trabajadores empleados en 155 empresas del sector, si bien la repercusión más importante se produjo en las paso de Irún (Guipúzcoa) y La Junquera (Gerona).

Los sindicatos prevén que en las dos próximas jormadas de paro habrá algunos problemas de abastecimientos de los mercados, al no llegar el escado ni la carne de importación.

La supresión de las fronteras europeas el 1 de enero de 1993 supondrá la pérdida del empleo de entre 5.500 y 6.000 de los 8.532 trabajadores empleados por los 1.230 agentes de aduanas existentes en España, según estimaciones del Consejo General de Colegios de Aduanas, que no respalda las huelgas.

Los sindicatos piden la jubilación anticipada para los trabajadores que la soliciten y la recolocación de las demás. Las centrales rechazaron la última oferta de la Admnistración, que consistía en propiciar la jubilación anticipada de los mayores de 58 años y la inscripción del resto en cursos específicos del INEM, pero sin un compromiso explícito de recolocación.